Cuando visito las granjas de cacao de mi región a diario, veo algo asombroso: Veo a muchas mujeres exitosas y capaces de mi comunidad, que trabajan como productoras independientes y cultivan sus campos de cacao. Ésta es una vista hermosa, porque me dediqué estos tres últimos años a asegurarme de que las mujeres de mi comunidad tengan el apoyo y la capacitación necesarios para ser productoras exitosas de cacao y poder cuidar de sus familias.

El programa de capacitación de Cocoa Life se centra en las diferentes áreas de gran necesidad de Ghana. Educamos sobre el mantenimiento de las granjas de cacao y hablamos sobre los problemas importantes relacionados con la prevención del trabajo infantil. También le dedicamos una gran cantidad de tiempo en las sesiones de capacitación a la producción y a la plantación de de cacao.

Algunas mujeres adquirieron tierras de sus maridos o familiares para iniciar sus propias granjas. Y, a través de las VSLA, ayudamos a las mujeres a comprar tierras para el cultivo. Los miembros de las VSLA usan los fondos para una gran variedad de inversiones, incluso para la compra de fertilizantes que les permiten aumentar su producción, capital inicial para nuevos negocios, la expansión de los negocios existentes, iniciar nuevas granjas de cacao, rehabilitar granjas de cacao existentes y contratar trabajadores. El fondo social ayuda con las emergencias como las enfermedades, internaciones o fallecimientos en la familia.

Las mujeres ahora se mantienen activas en Cocoa Life a nivel comunitario y las mujeres del grupo apoyan a las demás mujeres durante la cosecha y la poda. La parte más gratificante de mi trabajo es cuando veo a otras mujeres implementar las nuevas habilidades en sus granjas. Estoy orgullosa de ellas.. Son excelentes modelos a seguir para la próxima generación y espero inspirar a mis hijos e hijas para que también se conviertan en productores de cacao al crecer.

Quienes participan en los programas de Cocoa Life vieron importantes aumentos en sus cultivos. Así, no sólo podemos apoyar a nuestras familias, sino también retribuirle a la comunidad. Esto ayuda a las mujeres a incrementar su confianza en sus capacidades como productoras de cacao y, a través de este programa, se alienta a las comunidades a liderar su propio desarrollo. Estos son logros asombrosos.